El destino es un gran jugador de póker. Paciente, taimado, reparte las cartas de manera fortuita.
Rebeca está aburrida, hastiada de su trabajo. Su vida consiste en viajar a través de los ojos de otros, hasta que un día, presa de la locura, decide vivir una aventura.
Sin proponérselo, se embarca en una lucha por encontrar la felicidad, enfrentándose a la impetuosa lujuria de Carlos y a la exquisita experiencia de Luis. Ambos parecen dispuestos a todo por conquistarla.
Ella no logra evitarlo, la decisión será complicada.
¿Cómo encontrar la felicidad cuando consiste en perder parte de ella?
No hay comentarios:
Publicar un comentario